Fortaleza a la fuerza
Los diamantes son gemas de mucho valor y belleza, pero empiezan siendo carbón: negro, sucio y combustible. Tras años de estar bajo un calor intenso y una elevada presión, se tornan puros y sólidos. Esto los convierte en una buena metáfora de la fortaleza espiritual: Dios utiliza fuerzas exteriores poderosas para limpiarnos de las impurezas y perfeccionar su poder en nosotros.
Permanecer firme
Una amiga y yo construimos un simulador de flujos de agua para nuestro proyecto final de la clase de ciencia en la escuela secundaria. Con mucha ayuda de mi padre, hicimos una larga caja de madera contrachapada con una bisagra en el medio. La recubrimos con plástico y la llenamos de arena. En un extremo, colocamos una manguera, y en el otro, hicimos un agujero para drenaje. Después de armar todo, levantamos una punta del simulador, abrimos el grifo y observamos mientras se formaba un camino directamente hacia el agujero en la otra punta. El paso siguiente fue poner una roca en medio del flujo de corriente y ver cómo cambiaba la dirección del agua.
Aves codiciosas
Todos los años, cuando saco el comedero para los colibríes, estos laboriosos pajaritos empiezan a luchar para ganarse su espacio. Aunque hay cuatro lugares en la «mesa», ellos pelean por el que está ocupando uno de sus vecinos. La fuente de alimentos es igual en cada caso: un recipiente de almíbar en el fondo del comedero. Como yo sé que todos los espacios son iguales, sacudo la cabeza ante su codicia.
A Dios sea la gloria
Cuando le pidieron a Josué que cantara en una iglesia que visitaba, le encantó participar, aunque le habían avisado solo unos minutos antes de empezar la reunión. Eligió un himno conocido, A Dios sea la gloria, porque era sumamente significativo para él. Lo ensayó algunas veces en el sótano de la iglesia y lo cantó sin acompañamiento musical durante el culto.
Mostrar y contar
Si asistes un curso de redacción o a una conferencia de escritores, probablemente oigas esta frase: «Muestra, no cuentes». En otras palabras: «muestra» a tus lectores lo que sucede; no solo se lo cuentes. No les digas lo que hiciste, sino descríbeselo.
Seguidores inconstantes
¡Qué rápido puede cambiar la opinión pública! Cuando Jesús entró en Jerusalén para la fiesta de la Pascua, lo recibieron multitudes que querían que fuera su rey (Juan 12:13). Pero, cerca del final de semana, esa misma gente exigía que lo crucificaran (19:15).
Un cambio total
Crecí en un pueblo pequeño, sin gente famosa ni calles transitadas, y con poco que hacer. Sin embargo, siempre he estado agradecida por mi crianza tranquila y sin complicaciones.
Podemos confiar en Él
No sé mucho sobre ser perseguida. Mi bienestar físico nunca se vio amenazado por lo que creo ni por lo que digo. Lo poco que «sé» sobre el tema proviene de lo que escucho o leo. Pero no es así para muchos hermanos en Cristo alrededor del mundo. La vida de algunos peligra todos los días porque aman a Jesús y desean que otros también lo conozcan.
Artesanías de polvo
Cuando Dios eligió el polvo como su material artístico para crear a Adán (Génesis 2:7), no tuvo que preocuparse de que se agotara. Según Hannah Holmes, autora de The Secret Life of Dust [La vida secreta del polvo], «entre mil y tres mil millones de toneladas de polvo del desierto ascienden al aire anualmente. Mil millones de toneladas llenarían catorce millones de vagones de un tren que rodearía seis veces el ecuador de la Tierra».
De deprimente a hermoso
La primavera es la época del año en que Dios nos muestra que las cosas no siempre son como parecen. En pocas semanas, lo que aparenta estar inevitablemente muerto recobra vida. Bosques sombríos se transforman en paisajes coloridos. Árboles cuyas ramas desnudas se elevaban hacia el cielo durante todo el invierno, como si rogaran ser vestidas, de pronto se adornan con verdes mantos de encaje. Las flores que se marchitaron y cayeron rendidas ante el frío se levantan lentamente del suelo, desafiando la muerte.